Dentro de los métodos en los que el cuerpo cumple un rol «participativo», en lugar de ser sometido a tratamientos invasivos, se destaca la Terapia Craneosacral. Esta terapia (TCS), que consiste en aplicar una leve presión con las manos, pone en funcionamiento los procesos naturales de curación del cuerpo.

No, Craneosacral es un tratamiento con técnicas manuales, no invasivas ni sorpresivas, que liberan suavemente el tejido conectivo o facial.

El terapeuta contacta con el cuerpo del paciente, por encima de la ropa y a través de la percepción de las manos puede sentir en donde sus tejidos pueden estar teniendo una restricción física. El terapeuta encuentra e interpreta esa restricción gracias a la fluctuación del líquido cefaloraquídeo que repercute en todo el cuerpo por medio de las fascias. En esa liberación pueden ocurrir dos cosas: que sea una restricción con un componente únicamente físico (se usan las técnicas de Craneosacral), o puede ser que tenga además un componente emocional (se usan las técnicas de Liberación Somatoemocional) que son parte de Craneosacral, donde hay un diálogo terapéutico para trabajar las emociones del paciente de manera coordinada con su cuerpo.

No, Craneosacral es un tratamiento manual y físico que aplica, en el cuerpo del paciente, técnicas específicas no invasivas para liberar restricciones del tejido conectivo, del cráneo, de las vértebras, etc. La terapia Craneosacral es una rama de la Osteopatía.

No, el paciente es atendido vestido y echado en una camilla. Este tratamiento promueve que el Sistema Nervioso salga del estado de alerta, estrés o defensa y pueda pasar al estado de descanso y restauración en donde el cuerpo recupera su nivel original de salud y vitalidad.

La idea es que el Sistema Nervioso Central del paciente no reaccione con una postura defensiva y evitar que se genere una contracción en los tejidos. De esta manera y por medio de este contacto tan suave , sin invadirlo ni accionar una respuesta defensiva como la que lograríamos causando dolor. La TCS es una técnica muy respetuosa : el paciente no tiene que ser corregido, solamente sostenido. Esto se logra a través del contacto no invasivo, percibiendo el ritmo Craneosacral.

Hay ciertas situaciones en las que no se recomienda la aplicación de TCS. Estas incluyen condiciones en las que una variación y / o un ligero aumento de la presión intracraneal causaría inestabilidad. El aneurisma agudo, la hemorragia cerebral.

La respuesta al TCS varía de individuo a individuo y de condición a condición. Su respuesta es únicamente suya y no se puede comparar con la de nadie más, incluso en aquellos casos que puedan parecer similares a los suyos. El número de sesiones necesarias varía ampliamente, desde solo una a la semana en el transcurso de varias semanas, según el motivo de consulta y la colaboración del paciente con hábitos saludables.